Entrevista a Jose F. Marcos, director del IATA, en relación a la situación actual de crisis sanitaria provocada por COVID19

La Delegación del CSIC en la Comunidad Valenciana ha entrevistado a la dirección de cada centro de la comunidad.

Jose F. Marcos, el director del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (CSIC), explica cómo se está adaptando el IATA a la emergencia sanitaria, qué dificultades están encontrando, y qué acciones están tomando ante esta crisis para que acabe lo antes posible.

¿Cómo se está adaptando el IATA a la situación actual?

Las últimas semanas han sido excepcionales, y como director estoy orgulloso de cómo el personal del IATA se ha adaptado. Hemos replanteado por completo la actividad del Instituto con el objetivo prioritario de seguir las recomendaciones de quedarse en casa.  Hemos reducido al máximo nuestra presencia en el Instituto, pero a la vez intentando mantener nuestra productividad. Hemos trabajado en tres áreas: En el área de la investigación científica hemos tenido que hacer una importante reordenación del trabajo, ya que somos un centro de investigación de Ciencias de la Vida y vivimos en los laboratorios. También nos hemos tenido que replantear el funcionamiento del área de personal y servicios, que es fundamental para nuestro trabajo.  Y, por último, hemos trabajado en el área de la coordinación con el CSIC, así como con las autoridades comunitarias y locales para tratar de ayudar a solucionar la crisis en la medida de nuestras posibilidades.  Ya el jueves 12 de marzo nos reunimos el Comité Científico del Instituto y nos planteamos que íbamos a tener que parar la actividad científica. Se interrumpieron los experimentos, salvo en casos excepcionales en los que se hubiera perdido mucho tiempo, dinero y esfuerzo. Hemos tenido un par de grupos de investigación que han pedido mantener una actividad basal, y eso se ha respetado. El martes 17, siguiendo las indicaciones de la Secretaría General del CSIC, ya declaramos el acceso restringido al Instituto. Ahora mismo sólo se puede acceder al IATA por causas justificadas y bajo autorización expresa del director. El viernes 13 ya había ordenado que todo el personal que fuera grupo de riesgo se fuera a su casa.  Todo el personal de administración y servicios está teletrabajando gracias a las herramientas de VPN, y se está manteniendo la actividad, se están pagando a los proveedores, y estoy muy contento de cómo se están haciendo las cosas. Por poner un tono positivo, los científicos siempre vamos con las agendas recargadas, y esta es una situación que nos permite ponernos al día con trabajo atrasado, leer artículos científicos y reflexionar sobre nuevas ideas.

¿Cuáles son las mayores dificultades que estáis encontrando?

Nos ha sorprendido que, en una situación tan excepcional, se sigan manteniendo muchos trámites burocráticos que restan efectividad a las acciones que emprendemos.  Sirva de ejemplo que, en nuestro caso, nos hubiera gustado poder tomar decisiones y reducir los turnos de limpieza del centro, pero debido a que se trata de una contrata de gestión centralizada, la decisión última la tiene la empresa. Hay más problemas, nos hubiera gustado tener más ancho de banda para el teletrabajo, pero en general la gente está respondiendo muy bien.

Hemos tenido casos de investigadores en el extranjero con problemas. Tenemos una estudiante china que regresó de su país en febrero y tuvo que hacer cuarentena. También una investigadora que estuvo en Milán en los momentos álgidos de la crisis y ha tenido que hacer cuarentena en su casa también. Y dos investigadores que estaban en el extranjero y han conseguido volver a España justo antes del cierre de fronteras.  Afortunadamente todos están bien.

¿Cómo está contribuyendo el IATA a la lucha contra la COVID-19?

Nos hemos coordinado con la organización central del CSIC y, a través de la Delegación, con las autoridades autonómicas, y ya hemos donado más de 10.000 guantes, hemos cedido al Hospital General más de 100 litros de solución hidroalohólica, isopos para la toma de muestras y gafas de protección. También se ha cedido un aparato de PCR portátil.  Y lo último que hemos hecho ha sido responder al llamamiento del CSIC central para buscar voluntarios que hagan ensayos de PCR con nuestros equipos, y tengo un listado de 49 voluntarios que están dispuestos a trabajar en cuanto nos diga el CSIC las 24 horas en turnos poniendo nuestros termocicladores a funcionar para hacer análisis.  Como he dicho, estoy muy orgulloso de cómo estamos respondiendo, no sólo nosotros, sino toda la ciudadanía, a la crisis. Por último, también hemos presentado dos proyectos de investigación a la convocatoria del Instituto de Salud Carlos III.